Viaje a Cuzco y al centro del corazón

Recorriendo libros, videos, experiencias y sintiendo el contenido lejos del lugar al que opero, me encuentro con verdades que rompen mi parte externa y me dejan al descubierto desde mi centro, la naturaleza se muestra siempre ante nosotros. Entender todo sin cuestionarse con el ego; te engrandece y te regala un intercambio de energías sanadoras a transformar en mi y en los demás.



Agradezco a mi hija Shanti por su encanto y necesidad de preguntarlo todo, su deseo por llenar su alma es profundo y su amor por la naturaleza la envuelve cada dia en cuentos e ideas como una llama que se enciende más ante su asombro y descubrimiento, inocencia y libertad.


Viajamos al Cuzco en avión, y no se perdió de nada, desde la llegada al aeropuerto fue mágico, los segundos parecían eras para ella y la llegada a cada minuto le hacían brillar sus ojos llenos de interminables preguntas.
Cuando llegamos al Cuzco emprendimos el viaje a la voluntad, a la perseverancia y el descubrimiento pero no de ruinas, mas bien esas piedras no le eran de gran importancia para ella, sino mas bien de los bichos que encontrábamos siempre, igual sabia que esas piedras eran de nuestros ancestros y que ellos, caminaron alto para llegar lejos!


Todo era caminar sobre piedras, rodeadas de apus majestuosos, dándonos su acogida protección, fuimos a la plaza y mientras las nubes nos nutrían el alma a ella la pileta le sacaba sonrisas y mágicos despertares; avanzamos por las calles de piedra y encontramos llamas, vicuñas y una pequeña llama bebe, la cual estaba necesitada de su mama. La dueña nos ofreció acercarnos, eran preciosas, tenían el sello de los incas, su dulzura era suficiente contemplarla....tanta armonía!


Al dia siguiente fuimos a Lamay, el valle sagrado a casa de Marlis en donde tiene un huerto orgánico, tuvo la paciencia y alegría de regalarnos una caminata, apareció la flor de la cebolla y rompí en llanto interior y exterior, no porque picaba sino mas bien por su belleza y la posibilidad de comerlas en flores me regalaba un sentimiento de sanación!.... la oportunidad se apareció de sorpresa, como cuando vez a alguien que no ves desde hace mucho tiempo y rebose de alegría incontenible.... seguimos a ver las gallinas, patos, perros y mucho amor por la vida! Shanti estaba deslumbrada por los pollitos que acababan de nacer, me decía mama sabes que la mama gallina es un poco ciega porque no ve a los pollitos bebes y yo se los estoy acercando, al dia siguiente le dieron de comer tanto maíz a las aves que estaban mucho mas gorditas de cuando llegamos, el saltarín, la casa de juegos de madera, la lluvia, los charcos de agua, los bichos, los cerros, todo majestuoso!





Pasaron los dias y avanzamos por las salineras de maras, que mágico lugar! otra vez al mismo al nuevo encuentro con la naturaleza y esta vez con parte de mi que tiene voz propia. Caminamos desde la cima de Maras hasta el pueblo de Urubamba, delicioso todo, las pataletas con Shanti iban y venían, descansábamos y conversábamos sobre la voluntad, el cuidarse al caminar en caminos tan estrechos, acompañarnos siempre cerca, el fuego del cuerpo bajaba con la calma y continuábamos; así llegamos a Ollantaytambo.

Ollantaytambo es un lugar de libertad, así lo siento yo!, aquí se liberaron mucha personas, en este cuartel inka, refrigeradores seleccionados con pura intuición sobre los apus, mucha alegría de soltar la vida y seguir para adelante!

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